lunes, 29 de noviembre de 2021

REFLEXIONES INGENUAS: “¿PENA AJENA O TRAGEDIA PROPIA?”



Por Carlos M. Rodríguez C.

 

“La libertad es siempre la libertad

de aquellos que piensan de otra manera”

                                           Rosa Luxemburgo

 

            Una de las características del venezolano es ser bromista, ocurrente, elocuente, como dicen vulgarmente “jodedor”.  Esa característica ha sido famosa desde su creación a lo largo de la historia. Anécdotas hay muchas y muy jocosas. Es quizás un mecanismo de defensa heredado de los colonizadores que se ha arraigado en nuestras costumbres y tradiciones sociales.

        En el campo de la política ha habido personajes cuya ironía y eutrapelia eran famosos al burlarse de sus contrincantes u opositores, y cuyas ocurrencias eran festejados tanto por sus opositores como sus partidarios. Ejemplos hay por granel y constituyen mecanismos de defensa que le ha permitido a nuestro pueblo soportar, situaciones trágicas tales como incapacidad, humillaciones, corrupción, dislates, disparates, desabastecimiento, inseguridad, insalubridad, por parte de sus gobernantes.

           Ejemplos tenemos. De Gómez se burlaban de su analfabetismo y su testarudez. De Betancourt su verborragia. De Luis Herrera su hablar coloquial. De C.A.P. su hablar disparatado. Y de Manuel Rosales sus galimatías y sus dislates.

          Pareciera que hay un gran número de militantes, simpatizantes, gobernantes que sólo se han dedicado a hacer burlas a la forma de hablar de los candidatos de la oposición y ahora electos sin hacer las observaciones trascendentales en relación a los peligros reales que éstos representan.

            Es decir, las galimatías, errores de dicción, escritura de los opositores electos pueden constituir  “pena ajena” para quienes vienen observando el proceso desde el exterior, desde afuera,  pero para los militantes, simpatizantes, dirigentes, concejales, funcionarios y altos responsables del gobierno nacional, gobernaciones, alcaldías, colectivos debería verse como una “tragedia propia”, las victorias deben ser interpretadas como la llama que puede encender la mecha para el reagrupamiento de los sectores de la derecha y dar inicio a la radicalización de los eventos “premeditados”, algunos convictos y confesos, destinados a acabar con el proceso revolucionario bolivariano a través de actos de violencia, hostigamiento, amenazas, usando redes sociales, msj de texto, llamadas telefónicas, entre otras técnicas, contra militantes, seguidores, amigos, simpatizantes, colaboradores del proyecto bolivariano.

         Más aún, la abstención por parte de gran parte de nuestros compañeros revolucionarios era un hecho anunciado que había sido ya visualizado a través de los diferentes censos, llamadas telefónicas, convocatorias a reuniones, actos políticos sin que se la haya tomado en serio por parte de la dirigencia de los partidos y movimientos revolucionarios, siendo lo peor que, el triunfalismo, clientelismo,  prepotencia, ceguera política desdeñó tal información. Total, “En guerra anunciada…”  Lo peor, cualquier crítica, observación o punto de vista diferente a la opinión del gobierno era satanizada y sus emisores acusados de contrarevolucionarios, marxistas trasnochados, infiltrados…

            La Revolución Socialista Bolivariana está herida gravemente y con ello la Patria tanto la chica como la Patria Grande. Así  como  el movimiento revolucionario latinoamericano y caribeño. Esto no es una visión personal ni pesimista. El análisis de políticos de izquierda, venezolanos y extranjeros, así lo ha percibido y divulgado. Incluso representantes de la derecha los han develado.  Al igual que el Departamento de Estado y la derecha internacional que ya están actuando en consecuencia…

            Ya han   empezado la derecha internacional a mostrar sus garras a través de las maniobras y movimientos estratégicos. El desconocimiento de los EU así como la UE a la validez de las elecciones de Venezuela viene acompañado con la visita de Biden a Colombia en los próximos días.  

            Los próximos días son cruciales para visualizar las  maniobras que hará la oposición venezolana  y de la de los vecinos países por orden de los EU.

            El gobierno nacional debe dejar de festejar algo que no es digno de ser celebrado sino diseñar un plan político, operacional, estratégico que permita blindar a los postulados de la Revolución Democrática y Participativa y al Proyecto Nacional Bolivariano de las amenazas de golpe, violencia iniciado por la oposición y recobrar la visión del Comandante Chávez a través de dar un golpe de timón destinado a erradicar el sabotaje, corrupción, prepotencia, autocracia, inoperancia dentro de su estructura política, administrativa, gerencial y ética.  De lo contrario el final del proceso revolucionario está cerca.

            La mayor lealtad del revolucionario es la lealtad a los principios de igualdad, inclusión, protagonismo.

            Para luego es tarde.

            #lLeales SiempreTraidoresNunca

            carrodcas@gmail.com