Por Carlos M. Rodrìguez C.
La palabra “comanditos” ha entrado al vocabulario de los venezolanos como sinónimo de violencia, sabotaje, asesinato, inseguridad, terrorismo.
Y no es para menos. Los días previos, el mismo dìa y los posteriores al acto del sufragio para elegir al Presidente de Venezuela durante el período 2024-2030 los opositores, al grito de “fraude”, Maduro asesino, mueran los chavistas, “invasión ya”, iniciaron disturbios que ocasionaron muertos, heridos, incendios, destrucción a instalaciones del estado, CDI,s, Hospitales, prescolares, Estaciones del Metro, vehículos oficiales y privados, viviendas de simpatizantes y militantes de la izquierda,
La autorìa de los mismos estuvo en manos de los llamados “comanditos” suerte de organizaciones delincuenciales a través de los cuales se realizaràn tareas para la activación de focos de violencia, desinformación a través de las redes sociales, mensajes violentos en contra de la población, vecinos, comercios, Ubchs, Claps…
Estos comanditos estuvieron acompañados por miembros de los carteles delicuenciales los cuales fueron articulados por parte de Marìa Corina para realizar acción conjuntas o para amedrentar, asesinar, violar, incendiar, colocar explosivos a quienes fueran delatados como militantes, simpatizantes de la izquierda, activistas de las organizaciones vecinales de la comunidad.
De la misma manera estuvieron asesorados y activados por organizaciones que antes pertenecían a la izquierda y que hoy acompañan a la derecha y los carteles delicuenciales en sus planes fascistas, violentos, terroristas para derrocar al gobierno nacional.
Es necesario tener claro que la victoria electoral es sòlo parte del plan a mediano plazo que tienen estas organizaciones. Su real objetivo es generar un clima de violencia que “justifique” una intervención por parte del imperio para ponerle las manos a las riquezas que tiene nuestro país, apoyar las sanciones y participar en el reparto que han hecho y pretenden seguir haciendo de los ingresos de las empresas expropiadas asì como de las instituciones oficiales, empresas básicas del estado.
Ante esta realidad se hace necesario abrir un canal de comunicación que las organizaciones políticas de oposición que tengan posturas democráticas, abiertas al diálogo abierto al apoyo y a una visión de una democracia inclusiva de todos los sectores del país.
Entendemos que la sociedad tiene diversas instituciones que interactúan entre los sectores que la componen pero la democracia puntofijista había establecido una línea de separación entre los sectores económicos productivos, empresas transnacionales y la población lo que generò que la mayoría de la población viviera en sectores marginales mientras una mínima parte, aquella compuesta por el sector de la burguesìa empresarial, latifundista, agroexportadora se apropiaran de las riquezas de nuestro país y se generaran cinturones de miseria, desempleo, delincuencia, insalubridad, enfermedades, desnutrición.
Esperemos que el nuevo período presidencial de Maduro se convierta en una puerta abierta a fin que se corrijan los errores, se formulen nuevas metas y volvamos al proceso bolivariano inicial con una profundización de las transformaciones sociales y la política de participación del pueblo.
La declaración de guerra por parte del imperio y la burguesìa nacional y transnacional sigue su curso y hasta ahora no ha logrado una victoria.
Pero esta es una guerra a largo plazo y el “monstruo” està herido.
Es necesario desmontar todo el aparataje político y militar que està representado y compuesto por los comanditos como una prioridad necesaria para el desmantelamiento de las estructuras operativas.
Y muerto el pollo muerto el rey, al menos por el momento.
Es ahora o nunca.
Hacer la patria libre o morir por Venezuela.
Patria Socialismo o muerte. Venceremos.
carrodcas@gmail.com