Por Juan Martorano
En las intervenciones realizadas en la
“Esquina Caliente” de Caracas, hemos sostenido lo siguiente: Si usted
quiere ver cómo andan las cosas en Venezuela, sobre todo cuando el
fascismo adopta unos “picos” en su desestabilización, observe con
detenimiento las ejecutorias de políticas públicas y planes que
despliega el Ejecutivo Nacional, en el marco de la actual coyuntura que
vive nuestro país.
Esto no quiere decir que el Presidente
Maduro en su gobierno haya cometido errores, ni que la situación del
país sea un “lecho de rosas”. Sin duda estamos atravesando inmensas y
graves dificultades. ¿Quién puede negarlo? Pero no es menos cierto
también, que haya fortalezas y oportunidades, que si las sabemos
aprovechar, pueden permitirnos no solo la recuperación en lo económico,
sino del relanzamiento del proceso revolucionario, la revitalización del
socialismo bolivariano.
No podemos olvidar que este año es
electoral. En este primer semestre (yo creo que será un poco después) se
escenificarán las elecciones regionales para elegir gobernadores,
gobernadoras, diputados y diputadas a los consejos legislativos de los
estados. Es importante recordar que estas elecciones que debieron
realizarse el año pasado, fueron rodadas para este año, dado todo el
esfuerzo logístico por parte del Poder Electoral, para los preparativos
para la activación de un eventual referendo revocatorio en contra del
mandato del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás
Maduro Moros.
No pretendemos detenernos en las
consideraciones fraudulentas con las que el fascismo criollo pretendió
activar este derecho constitucional, porque ya se ha escrito y abordado
suficientemente este tema, que es público, notorio y comunicacional.
Pero lo que sí debe decirse es lo siguiente: ¿Además de las
responsabilidades penales en las que incurrieron los prominentes de este
revocatorio? ¿Quién responde por los daños económicos y el tiempo
perdido ante todo el despliegue que debió realizar el CNE para poder
garantizar este derecho constitucional, y que fue suspendido, ante la
presunción muy grave de que el mismo pretendía ser activado de manera
fraudulenta, y ante la comisión de delitos?
Por ello, debemos decir sin ningún tipo
de complejos, que el retardo en la realización de los comicios
regionales previstos para diciembre de 2016, es responsabilidad de la
oposición, no de los factores que defendemos la Revolución Bolivariana.
Ahora bien, para estos comicios
regionales, es importante promover la participación ciudadana y popular,
tanto a través de las diferentes organizaciones políticas partidistas,
como aquellos y aquellas que, por iniciativa propia, decidan participar
en los comicios, cumpliendo con lo previsto en nuestra Constitución y en
las leyes de nuestro ordenamiento jurídico. Y cuando la presidenta del
Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, divulgó el cronograma
electoral, lo primero que señaló que deben primero un conjunto de
organizaciones políticas relegitimarse ante el Poder Electoral, para
poder participar en las venideras elecciones en nuestro país.
Se estima, que de las 69 organizaciones
políticas, nacionales, regionales y municipales registradas en el CNE,
62 deben cumplir con este trámite.
Recordemos que de acuerdo a nuestro
ordenamiento jurídico vigente, aquellas organizaciones políticas que
hayan dejado de participar durante dos procesos electorales
consecutivos, o que no hayan obtenido el 1% de la votación, deben
relegitimarse ante el Poder Electoral.
Y es allí, donde el CNE en el marco del
cronograma electoral, en esta primera fase, ya fijo una fecha para esta
primera fase de los procesos electorales que deben darse este año. Desde
el 18 de febrero y hasta el 30 de abril, tienen las diferentes
organizaciones políticas para legitimarse o relegitimarse ante el CNE,
para poder participar en los comicios regionales y municipales ya
mencionados.
Pero es ahí, donde particularmente
queremos detenernos, porque hay sectores en este país que, llaman a
elecciones, más en sus prácticas y ejecutorias, sabotean la realización
de las mismas.
Señalamos esto, porque el “Monstruo de
Ramo Verde”, el señor Leopoldo López, casualmente, ha llamado a sus
huestes a salir a las calles el mismo 18 de febrero, cuando se apertura
el lapso de legitimación que ya hemos mencionado.
Por los antecedentes de este dirigente
político, y de su organización política, Voluntad Popular; cuando éstos
llaman a este tipo de “movilizaciones”, el saldo no es nada positivo, y
generalmente va acompañado de hechos violentos.
Asimismo, los diputados Gaby Arellano,
de Voluntad Popular, y Juan Requesens, de Primer Justicia, prácticamente
se han mudado al occidente del país, con el fin de escalar en los
conflictos. Los actos terroristas de estos últimos días en Mérida y San
Cristóbal así lo indican.
Y ni hablar de los intentos de sabotaje a
servicios como el Metro de Caracas y el Sistema Eléctrico Nacional
(SEN). De este último, como lo ha indicado el Ministro del Poder Popular
para la Energía Eléctrica, M/G Luis Motta Domínguez, en esta última
semana han fallecido seis (6) personas por estos intentos de sabotaje, y
dos detenidos. Es decir, un promedio de un fallecido por día ante estos
actos vandálicos y criminales.
Es evidente, que en el marco de la
reestructuración de la oposición venezolana, el ala más radical y
fascista es la que está asumiendo la conducción de la oposición. Y
pareciera que está arrastrando a los sectores democráticos que hacen
vida dentro de esta oposición.
Ojalá, dios quiera, que esos sectores
democráticos de la oposición, se deslinden de todas estas acciones.
Nuestro modelo constitucional les permite y garantiza a ellos el
ejercicio pleno de sus derechos, pero también les exige el cumplimiento
de sus deberes.
El sector fascista, ante su desespero
por no haber logrado el derrocamiento de Maduro, piensa que le ha
llegado “su hora loca”, y están planificando, y en algunos casos
ejecutando, acciones criminales, terroristas, para incrementar el caos,
la ingobernabilidad, y no permitir la solución de los problemas que
afectan a nuestro pueblo.
Y he ahí, donde los sectores
democráticos de nuestro país, no solo los que hacemos vida dentro de la
Revolución Bolivariana, sino en el seno de los que adversan nuestro
proyecto político, deben imponer la agenda de la política, la agenda de
la paz.
No olvidemos lo que en nuestro anterior
artículo, respecto al enfoque agonal y el enfoque polimial mencionamos
con respecto al conflicto en nuestro país.
Por ahora, lo dejamos hasta aquí, pero pendientes de nuestros próximos artículos.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
jmartoranoster@gmail.com
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