Por
Carlos M. Rodríguez C.
“La
libertad es siempre la libertad de
aquellos
que piensan de otra manera”
Rosa Luxemburgo.
Entendemos que hay
muchas cosas en el país que deberían haber sido cambiadas a nivel social,
económico, político.
El comandante Eterno fue
eliminado por el imperio para frenar la revolución que se venía realizando con
un paso lento pero firme.
No fue fácil para
Chávez.
Muchos obstáculos
tenían que vencer y sobre todo los que estaban dentro
de las filas del partido (tanto del MVR como posteriormente dentro del PSUV) que
conspiraban y obstaculizaban (y aún lo siguen haciendo) el proceso de
transformación revolucionaria que necesita el país.
Algunos de los
compañeros del ejército que lo acompañaron en el movimiento “El Árbol de las
Tres Raíces” abandonaron los objetivos políticos, filosóficos, ideológicos se
voltearon y formaron parte de una trama de traición, delación, desaparición.
Incluso, en el momento
que el comandante Chávez se rebela contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, el
año 1992, varios de los integrantes del fallido golpe abandonaron, a última
hora, su participación. Se dice que este hecho favoreció al gobierno y al
fracaso del movimiento libertario.
No obstante, el
movimiento tuvo acogida por la población que venía de ser masacrada por las tropas
y policías del gobierno de C.A, P., durante los sucesos del Caracazo.
Este suceso político, que
cambió para siempre la historia contemporánea de Venezuela, constituye un
viraje al rumbo neocolonial de la sociedad venezolana.
Posteriormente al mismo
se genera un nuevo alzamiento por parte de algunos militares y civiles que
habían participado en la planificación del Caracazo el cual fue derrotado. Los
protagonistas viajaron a Perú y llegaron en calidad de prisioneros por parte
del Gobierno de Alberto Fujimori.
Es de destacar que
miembros de partidos políticos de izquierda del país tuvieron participación
destacada en ambos eventos.
Douglas Bravo, José
Vicente Rangel, Andrés Velásquez, Luis Miquelena, Gabriel Puerta y otros fueron
partícipes directos e importantes en ambos movimientos.
Pero también muchos políticos
de “pacotilla” que intentan destacarse autodenominándose participes de dichos
eventos mientras en realidad son “coleados invisibles” de una fiesta a la cual
no fueron invitados, o simplemente quieren vestirse con “camisones ajenos”.
Mutatis mutandis en el
escenario político actual del país hay muchos “supuestos” políticos que
intentan destacarse como líderes que propugnan cambios o transformaciones a
través de la participación en el proyecto “transformador” que lidera el Pte.
Maduro.
Es necesario hacer
varias observaciones al respecto.
El comandante eterno
Hugo Chávez les dio apellido a dichas trasformaciones. Para él los cambios eran
revolucionarios, socialistas o no eran cambios reales. Él estaba consciente que la única revolución
verdadera es la revolución socialista, los demás son reformismos que no atacan
los problemas desde la raíz sino que consisten en sutiles cambios de “flores”, de
“aromas”.
En segundo lugar, la “exderecha
chavista” es decir que eran de derecha pero “chavistas” (los coleados de aquel
entonces) hoy militan abiertamente y sin desparpajo en el campo de la oposición
y ahora quieren participar en dicho proceso “transformador”.
O sea.
La movilización del
pueblo que asume el proceso transformador que propugna el Presidente Maduro
constituye un acto revolucionario, pero es necesario establecer a qué tipo de
transformación invita el Pte. Maduro.
Transformar por
transformar, sin un proyecto político, claro, diáfano, no es un acto “revolucionario”.
Un ejemplo elocuente:
En muchos países se denominan “comunas” a urbanismos, pequeños asentamientos de
pobladores, sin que tengan nada relacionado con el concepto de “comuna” desde el
punto de vista socialista. Ejemplo
Chile, Europa.
Entonces es fundamenta
definir que es una comuna, cuales son sus características, sus bondades a fin
de concienciar al pueblo del contenido político y revolucionario de las mismas.
Además debe hacerse un
proceso de concienciación de los habitantes de las mismas para que asuman su
papel transformador de la economía, cultura, educación.
De lo contrario
estaríamos construyendo un castillo de arena y pintando pajaritos en el aire al
pueblo que hoy requiere más que nunca de una formación genuinamente
revolucionaria.
Para luego es tarde.
@ChávezViveLaLuchaSigue#
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