Hija de un comerciante de Varsovia, su
brillante inteligencia le permitió estudiar a pesar de los prejuicios
que imperaban contra las mujeres en ese entonces, y pese a la
discriminación antisemita que existía en Europa contra los judíos. Rosa
Luxemburg hizo un doctorado en una época en la que poquísimas mujeres
iban a la universidad. Se dice que hablaba once idiomas. Pronto destacó
como una de los principales dirigentes de la socialdemocracia europea.
En 1889, a los 18 años, abandonó Polonia
a consecuencia de la persecución de la policía debido a su militancia
socialista, refugiándose en Suiza. Allí terminó sus estudios, entró en
contacto con revolucionarios exiliados y se unió a la dirección del
joven Partido Socialdemócrata Polaco. Contrajo matrimonio en 1895 con
Gustav Lübeck para adquirir la nacionalidad alemana y poder trabajar con
el movimiento obrero en este país.
Junto al político alemán Karl
Liebknecht, fundó la liga de Spartacus, que más adelante se convertiría
en el Partido Comunista Alemán. Fue redactora del periódico teórico
marxista "Neue Zeit" y autora de varios libros. Fue sentenciada
(1903-1904) a nueve meses de prisión acusada de "insultar al Kaiser"
(emperador). Participó directamente en la revolución de 1905 en Polonia.
En marzo de 1906 fue arrestada y encarcelada en Varsovia durante cuatro
meses.
Participó activamente tanto en el
Congreso del partido socialdemócrata alemán en 1906 como en el Congreso
Socialista Internacional celebrado en Stuttgart un año después, en el
que intervino en nombre del partido ruso y polaco. Su pensamiento
representaba a las opciones más radicales en el seno de la II
Internacional. Gran teórica, realizó importantes contribuciones al
desarrollo del marxismo, en especial en lo referente a las relaciones
entre nacionalismo y socialismo, y sobre el socialismo democrático.
Hizo también aportes teóricos originales
en torno al imperialismo y al derrumbe del capitalismo, en su obra “La
acumulación del capital” de 1913. Su crítica a Marx se basa en las
predicciones de éste acerca de las crisis cíclicas del capitalismo. Marx
pensaba que el capitalismo, como sistema económico y político basado en
el crecimiento y la búsqueda constante del beneficio, debía colapsar en
algún momento, por saturación. Sin embargo, muchas décadas después de
muerto Marx, las crisis periódicas del capitalismo parecían aplazarse o
solventarse sin producir convulsiones en el sistema. Rosa Luxemburgo
encontró la explicación a este hecho en el colonialismo, hallando que el
crecimiento de las potencias capitalistas encontró una vía de expansión
en las colonias, la cuales, al tiempo que procuraban materias primas a
muy bajo costo, servían también de mercado donde colocar los productos
manufacturados. En el mismo sentido, expuso las primeras teorías sobre
el imperialismo, que más tarde desarrollaría Lenin. Rosa Luxemburg creía
en una opción socialista internacional, esto es, alejada de
particularismos y nacionalismos, en la que las masas obreras,
solidariamente, tomaran el poder.
Lenin también fue objeto de críticas por
parte de Rosa Luxemburg, en especial en lo referente a las concepciones
que tenía sobre la democracia en el partido y la dictadura del
proletariado. Rosa Luxemburg postulaba un menor dirigismo y una mayor
integración de las bases en la dinámica partidista, y se oponía a la
concepción del “centralismo democrático” de un partido de
revolucionarios profesionales que defendía Lenin.
Al
estallar la 1ra Guerra Mundial en 1914, el grupo parlamentario
socialdemócrata alemán (SPD) apoya unánimemente a los créditos de
guerra. Rosa Luxemburg, pacifista convencida, forma parte de la
oposición interna en el SPD, que difunde centenares de miles de folletos
para movilizar a la población contra la guerra. Ella es arrestada de
nuevo el 20 de febrero, esta vez acusada de incitar a los soldados a la
rebelión. Se la sentencia a un año de prisión, pero al salir del
tribunal se dirige de inmediato a un mitin popular, en el que repite su
revolucionaria propaganda anti bélica. El conflicto alrededor de los
créditos de guerra pedidos por el Kaiser para financiar la actividad
bélica acaba llevando a la escisión del partido en enero de 1917, con la
fundación, el 6 de abril, del USPD (Socialdemócratas Independientes).
En 1918 hay vientos de revolución en
Alemania, cuyas fuerzas de izquierda miran hacia el ejemplo ruso y cuya
población está cansada de la guerra. El 28 de enero se declara la huelga
general y se inicia la formación de Consejos Obreros. El 31 de enero la
huelga es prohibida y se declara el estado de sitio, extendiéndose la
represión. En marzo, Rosa Luxemburg es encarcelada conjuntamente con Leo
Jogiches y otros militantes espartaquistas que difundían propaganda
revolucionaria en el ejército. El 9 de noviembre, a raíz de un
levantamiento de marinos en Kiel, estalla la “Revolución de Noviembre”
con la conformación de Consejos de Obreros y Soldados en todo el
territorio nacional. El emperador Guillermo II abdica. Se pretende la
refundación de Alemania como democracia socialista con una nueva
Constitución. Rosa Luxemburg, liberada dos días antes, llega a Berlín y
coedita “Bandera Roja”, el periódico de la liga de Spartacus, con Karl
Liebknecht, para poder influir a diario en los sucesos políticos. En los
últimos días del año 1918, participa en la fundación del Partido
Comunista Alemán, KPD. Sin embargo, las fuerzas radicales de izquierda
no logran imponerse frente a la tendencia reformista del socialdemócrata
Friedrich Ebert.
El 15 de enero 1919, Rosa Luxemburg y su
coideario Karl Liebknecht son asesinados en Berlín por los soldados que
reprimen el levantamiento. Sus cuerpos son arrojados a un canal. Estos
asesinatos desatan una ola de protestas violentas en todo el país, que
se extienden hasta mayo 1919, y cuya represión militar lleva a varios
miles de muertos.
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